Me es muy dificil escribir estas palabras, porque me suenan a despedida, pero necesito escribirtelo Manu.
El 30 de Junio, mi chico precioso, se marchó, dejandonos con la pena de su ausencia.
Se fué del mismo modo en que llegó a nuestras vidas, de pronto, sin darnos tiempo a reaccionar, sin poder hacer nada para que no sucediera.
Creemos que comió algo en mal estado en el campo, en ese campo donde ahora reposa su cuerpo a la sombra de un olivo, en el campo donde tantos momentos felices vivió, donde corrrió, donde le gustaba tanto ir a jugar con Coco, Curro, y tantos otros amigos que tenía.
No tenemos consuelo, te extrañamos mucho cariño, y queremos pensar, que el poco tiempo que estubimos juntos, fuistes feliz, tanto como nosotros lo hemos sido contigo.
Te damos las gracias por todo lo que nos has regalado: tu lealtad, nobleza, confianza, tu entrega...
Se que desde donde estas, sigues velando por nosotros, y todos los dias, tu también te vienes al campo a pasear y jugar con la pelota.
Ahora, seguro que estas con Thor, y con tantos otros que como tú, un dia dejaron de compartir el mundo con sus amos, para esperarlos en el Arco Iris.
Es muy dificil seguir con lo cotidiano sin tí, pero sabemos que tú hubieras querido que no dejasemos de ir a pasear con Coco y Curro al campo, y por eso, seguimos llevandolos allí, y sentimos que tú nos acompañas.
Mientras nos esperas, se feliz y no te preocupes si nos ves tristes, los humanos somos así de egoistas. Y te prometo, que cuando nos vemos la proxima vez, llevaré tu lanzador de pelota para jugar como siempre lo hemos hecho.
Sabemos, que te marchaste del modo en que tu querias hacerlo, en brazos de tu amo, sintiendo sus caricias, y no en la fria camilla de un veterinario, por eso, no nos diste tiempo a llevarte a ningún sitio.
Descansa tranquilo cariño. Siempre vivirá en nosotros una parte de tí.
